El pensamiento en acción: ¿Cómo aplicar la lección del pensadero de Dumbledore en la vida real?

por | Feb 13, 2023 | Blog | 0 Comentarios

El pensadero de Dumbledore es un objeto mágico en el mundo de Harry Potter que permite a su dueño revivir instantes de su vida. El poseedor de este artefacto pesca un pensamiento, lo revive, para posteriormente devolverlo al pensadero, dejándolo almacenado como libro en biblioteca. No sé Uds., yo quisiera uno. Nuestro cerebro que es lo más cercano que tenemos actúa de forma misteriosa, si logramos concentrarnos podemos llegar a recordar, vívidamente, aquellas experiencias que han tenido un impacto emocional en nosotros.  

Pensadero de Dumbledore

Cuando nos enfrentamos a un problema, por lo general nuestra primera tendencia es abordarlo de manera inmediata. Sin embargo, esto puede ser contraproducente, nuestro cerebro necesita tiempo para procesar y digerir información nueva antes de ser capaz de encontrar una solución efectiva. 

Es por eso que, al igual que en el pensadero de Dumbledore, considero que a veces es mejor darles tiempo a las ideas para que maduren en el cerebro. Esto puede significar simplemente tomar un descanso y permitir que nuestra mente se vaya a otro lugar, o bien, dejar un problema sin resolver durante un día o dos. 

El tiempo es esencial para el proceso de maduración de las ideas, pues permite a nuestro cerebro asimilar y organizar la información, formar nuevas conexiones y explorar diferentes perspectivas.  

Lo que hago al enfrentarme a un problema, si es relativamente complejo, es seguir una cierta rutina: Primero, intento entender y formular de forma clara lo que quiero, o a lo que me enfrento, posteriormente lo disecciono en varios problemas, pequeños y manejables.

He comprobado que cuando me despierto en la mañana y me pongo a pensar en un problema, en muchas ocasiones de forma clara se me revela la estrategia a seguir. En otras, aunque no encuentre la solución aparecen nuevas ideas de cómo enfrentarlo y eventualmente resolverlo más adelante. 

Nuestro cerebro de forma inconsciente trabaja en la solución. Es necesario ayudarlo un poco, podemos pensar en varias ocasiones durante el día en el problema, repensar lo que queremos. 

No todas las ideas requieren el mismo tiempo de maduración. Algunas pueden ser claras y simples, mientras que otras, más complejas, pueden requerir varios acercamientos para ser comprendidas y resueltas. 

Recomiendo, sentarse a trabajar solamente en problemas que hayan tenido su tiempo de “reposo”, de maduración en nuestro cerebro. Al igual que en el pensadero de Dumbledore, debemos permitir que nuestras ideas reposen y maduren antes de abordarlas de manera directa.  

Compruébelo, deje que su cerebro le ayude.